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El 7 de octubre, nuestro presidente Pedro Martins y nuestra integrante Ana Carolina Salomão participaron del webinar Climate Action Advocacy and Litigation Funding, con Tomás Jatobá, socio fundador de SPS Capital, y Pedro Hartung, director de políticas y derechos de la infancia del Instituto Alana. En el seminario web, discutieron cómo el litigio climático y la defensa de los derechos se conectan para lograr un mejor clima para nuestro planeta.
“No podemos olvidar que las corporaciones están formadas por personas. “Es muy importante concienciar a la gente sobre la necesidad de asumir su responsabilidad frente al cambio climático, ya que esto puede cambiar su mentalidad y, por lo tanto, influir en el comportamiento corporativo y público”.
– Ana Carolina Salomón Queiroz
Pedro Martins señaló que en los últimos cuarenta años el cambio climático se ha ido intensificando, provocando problemas para los humanos. Ilustró estos cambios con el aumento del nivel del mar, la temperatura media del planeta y los períodos de sequía en todo el mundo, exponiendo los problemas socioeconómicos que traen consigo. Para el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, el problema es urgente:
“Las advertencias son ensordecedoras y la evidencia es irrefutable: las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de la quema de combustibles fósiles y la deforestación están asfixiando nuestro planeta y poniendo a miles de millones de personas en riesgo inmediato. “El calentamiento global está afectando a todas las regiones de la Tierra y varios cambios se están volviendo irreversibles”.
Su opinión es corroborada por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que asegura que la situación es alarmante: si el calentamiento global continúa a 1,5ºC, entre el 20% y el 30% de las especies se extinguirán.
Pedro cree que las acciones del Poder Ejecutivo no son suficientes. Las grandes empresas pueden luchar contra el cambio climático y, paradójicamente, lo están provocando. El litigio es una herramienta para impulsar el cambio en los sectores público y privado, que puede adoptar la forma de adaptación (anticipar y actuar para minimizar el cambio climático) y mitigación (aliviar los impactos mediante la reducción de los gases de efecto invernadero). De esta manera, la carga de tener que actuar se traslada de la población a las corporaciones, que realmente pueden manejarla.
Sin embargo, las empresas actúan de manera diferente en el Sur y el Norte global, por lo que los litigios internacionales son importantes. Sin embargo, este tipo de litigios requiere financiación, porque producir un caso sostenible y pruebas que lo respalden depende de opiniones técnicas complejas. Por lo tanto, es necesaria la participación de la sociedad civil.
“Hacer que las empresas rindan cuentas puede ser una herramienta para alentarlas a actuar”.
Ana Salomão explicó que el litigio climático es importante para promover el acceso a la justicia. Estas causas suelen involucrar a empresas ricas, ubicadas lejos de las personas victimizadas, a las cuales no pueden llegar. Encontrar financiación no sólo protege a estas víctimas, sino que reequilibra este injusto equilibrio de poder entre empresas y personas.
Sin embargo, una disputa climática no se puede perder, porque el coste es alto. Por otra parte, las víctimas suelen ser personas vulnerables y, por tanto, las oficinas que interpongan este tipo de acciones deben tomar en consideración las particularidades de las víctimas y de las jurisdicciones. Citó como ejemplo el PGMBM, que trabaja con honorarios de contingencia: un honorario que se aplica después de ganar el caso.
Para Tomás Jatobá, este escenario de rendir cuentas a las empresas genera cambios. Las empresas que no siguen las mejores prácticas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) están condenadas al fracaso, ya que no son competitivas: los inversores preferirán confiar en aquella que tenga menor riesgo de sufrir litigios. Por otra parte, si las empresas no rinden cuentas, se desalientan de seguir las mejores prácticas. Para financiar una causa hay que hacerse una pregunta: ¿estoy ayudando al lado correcto?
La estructura jurídica brasileña es muy buena, pero no está reforzada por los poderes. Los litigios internacionales presentan la posibilidad de aplicar este marco en jurisdicciones más amigables con el medio ambiente para hacer que las empresas reconsideren sus políticas antes de actuar de manera diferente aquí.
El webinar se puede ver completo, en inglés, en YouTube: